Colaborador habitual de El País, comenzó a dibujar con cinco años porque sus padres vieron que estaba todo el día haciendo garabatos y le apuntaron a clases con Rosa Baeza, pintora. Iba por las tardes mientras sus amigos se quedaban en el patio jugando al fútbol.
A partir de ahí siguió estudiando con ella hasta que inició los estudios de arquitectura, que abandonó en sexto porque no le gustaba cómo se ejercía la profesión (trabajó en estudios desde segundo). La arquitectura le sigue apasionando y es un tema recurrente en sus ilustraciones.
Compaginó sus estudios con la pintura en el suelo de el parque de El Retiro porque es un gran lienzo y una gran sala de exposición. Nunca pintó vírgenes ni santos sino a Van Gogh, Manet, Picasso y cosas así.
Llegaba a las siete de la mañana, para que cuando llegara la gente el cuadro estuviera presentable.
Su objeción de conciencia es la culpable de que ahora sea un ilustrador profesional. La prestación social le llevó a un centro cultural del ayuntamiento de Madrid y, para no aburrirse, organizó talleres de dibujo, óleo y acuarela y se dedicó a la enseñanza más de tres años.
Fue una alumna enfermera la que le comentó que su jefe, cirujano, buscaba ilustrador para un tratado que estaba escribiendo. Esto fue en el año 99, preparó un tablero de dibujo y montó un estudio en casa.
Hasta hoy.
Ilustrador freelance especializado en publicación en papel: cartelería, prensa y editorial. CLIENTES: El País, Santillana, Edhasa, Ayuntamiento de Madrid, Caixaforum, Edaf, Elsevier Harcourt-Brace, Arena Libros, INDUYCO (Tintoretto, Síntesis, Amitié) Libros del último hombre, Reporter, Iberia, Remo, Ostra Delta, G Y J Publications…