Descubrimos qué llevó a David Monteagudo a escribir Crónicas del amacrana, cómo empezó, sus influencias y su relación con el mundo editorial y con sus propios textos.
Para mí, la infancia es donde se cuece todo y (…) las personas adultas, que creen que tienden todo controlado, no perciben o no se detienen ante posibles estímulos extraños o que rompen con la idea de normalidad. En cambio, los niños, con su mirada inocente y sin prejuicios, pueden tener una mirada mucho más reveladora.